Cross Nocturno Torre de la Horadada 3-08-12.

Con casi dos horas de antelación, por un despiste horario completamente involuntario, me he presentado en la línea de salida de la II Cross Nocturna Torre de la Horadada. Aprovechando dicha circunstancia, he recogido mí dorsal con tiempo suficiente cómo para colocármelo yo solito, ya voy aprendiendo poco a poco, y me he permitido dar una vuelta por esta localidad playera y fronteriza entre Murcia y Alicante, la cual hasta la fecha no conocía.

Poco a poco el resto de corredores han ido llegando al lugar de salida, con algunos problemas de organización en cuanto a la entrega de dorsales de los más pequeños, incluso varios niños casi se quedan sin poder correr por la incompetencia de algún miembro de la organización con poco tacto, finalmente los problemas han sido subsanados y hasta donde a mí me consta, ningún niño se ha quedado sin participar.

Sobre las 21horas, con una importante representación del Club Marathon Cartagena y varias caras conocidas de primer nivel, se dió la salida a la prueba general.

Un insoportable bochorno reinaba en esos momentos, aún así, acompañado del compañero de club Javi, nos colocamos en las primeras filas y salimos muy ràpido (creo que demasiado), durante el primer kilómetro y medio estaba corriendo por debajo de los 4 minutos, sabía que dicho ritmo me iba a pasar factura en la parte final de la carrera pero decidí seguir a tope, el recorrido completamente llano acompañaba.

Con la llegada al punto intermedio de la carrera (km 2,5), primer paso por la línea de meta, seguía rodando a un ritmo elevado, de momento mis piernas estaban soportando bien y decidí aguantar un poco el ritmo durante el siguiente kilómetro con el pensamiento de reservar algo de gasolina para el final, sin embargo, el calor empezó a ser insoportable, apareció la fatiga y una pequeña pájara me cogió desprevenido llegando al último kilómetro, las dos últimas calles se me hicieron muy largas y lo mejor que podía pasarme es que se terminara ya la carrera.

Para concluir, un pequeño susto en la misma línea de meta, dos corredores demasiado emocionados a esas alturas de la carrera, y que al parecer andaban picados, decidieron hacer el sprint de su vida justo cuando yo llegaba completamente fundido a su altura, con el resultado de que uno de ellos no se percató de mí agotada presencia, pasándome casi literalmente por encima y gracias a mi ángel de la guarda que siempre me protege, no me dí de bruces contra el suelo, una imagen que hubiera sido digna de retratar por todos los fotógrafos que se encontraban en la llegada. Con un buen tiempo de 20´ 46" (a 4.09 min/km)  me despido hasta el próximo mes de Septiembre.

Ahora toca descansar un poco (que no es lo mismo que estar todo el día tirado en el sofá) y combinar mis merecidas vacaciones con moderados entrenamientos.

En Septiembre más y mejor....saludos!!.