¿Hay vida después del Maratón?...

Hoy, 7 de Marzo de 2013, diez días después del Maratón de Sevilla, una vez superados los daños colaterales de correr un Maratón, más un nuevo resfriado provocado por una bajada de defensas debida a  los esfuerzos realizados estos últimos meses y que me impidió correr la Media Maratón de Cartagena el pasado domingo,  he vuelto a calzarme las zapatillas para retomar mis salidas. El entreno de hoy sólo ha sido media hora y a trote muy suave, pero suficiente para darme cuenta de que el Corredor Nocturno vuelve a las andadas y de que realmente hay vida más allá del Maratón.

Mientras daba las primeras zancadas, variados recuerdos aparecieron en mí mente, he cerrado los ojos y me he vuelto a ver  corriendo por las calles de Sevilla, acompañado del río Guadalquivir, de la Torre del Oro, de la Giralda, de esa maravillosa Catedral o de la impresionante Plaza de España, vuelvo a escuchar las numerosas muestras de ánimo de un público volcado con los corredores, algunos tales como "Vamos Cartagena", que me ponían los pelos de punta, pronunciados por cartageneros como yo, pero a los que jamás en mí vida había visto antes. Todo está demasiado reciente, fueron demasiadas emociones y contenidas durante mucho tiempo.

Abro los ojos, vuelvo al presente, son las 21 horas y en Cartagena es ya noche cerrada con probabilidad de que caigan algunas gotas, llevamos unos días de tiempo malo, mejor que llueva ahora todo lo que tenga que llover y que en Semana Santa no llueva nada. Sigo corriendo sin rumbo fijo, me dejo llevar, ni siquiera me he puesto el reloj, es algo que también he aprendido de mí experiencia en el Maratón, a estar menos obsesionado del reloj, pulsómetro o GPS y escuchar más mí cuerpo y todo lo que me rodea mientras corro, he decidido dedicar un día a la semana para salir así y disfrutar, hoy ha sido el primero.

Vuelvo a pensar en Sevilla, hago un rápido repaso mental de toda la gente con la que compartí momentos ese fin de semana, mis compañeros de club Miguel Ángel, Javier, Fernando, Javi, Jose Antonio, los compañeros del club Mandarache Riqui y Carlos, al amigo JAN venido desde Madrid, Loli (mujer de Javi y que tuvo que soportar estoicamente durante todo el fin de semana oirnos hablar sin parar de ritmos, tiempos, planes de carrera etc..), maravillosa gente.

Después de conseguir el gran objetivo marcado, y no morir en el intento, corres el riesgo de perder la motivación y que la desgana se apodere de tí, para ello no hay nada mejor que fijarse desde ya nuevos objetivos. En mí caso, y aun considerándome una persona sensata y prudente, casi cometo la locura de inscribirme en el Mapoma del próximo 28 de Abril, al final no lo he hecho. Volveré a mis carreras de 5 o 10 km, el virus del Maratón me ha contagiado de pleno, pero si quiero disfrutar de este deporte durante muchos años no debo perder la cabeza. El nuevo objetivo ya está fijado y será el Maratón de Valencia del próximo mes de Noviembre, para mí primer año como maratoniano, con dos maratones es más que suficiente. 

Hasta dicha fecha la vida seguirá igual, el invierno llega a su fin y con ello mis entrenamientos a oscuras y con frío, a partir de este próximo mes de Abril, El Corredor Nocturno será menos nocturno y tendré la suerte de poder salir a entrenar con algo más de luz y en mejores condiciones climatológicas, nuevas carreras y nuevas experiencias me esperan.

Termino de correr, estiro un poco y para casa. Mientras me ducho vuelvo a dejarme llevar por las sensaciones, mis piernas están en perfectas condiciones, el descanso me ha venido de lujo, pero lo que es mejor aún, mí cabeza pasa por buenos momentos, después de alcanzar un sueño te sientes realizado y gratificado, todo los esfuerzos han merecido la pena. Ya sólo me queda irme a la cama y soñar, soñaré con mí entrada en el estadio olímpico, pleno de felicidad, y con que siempre nos quedará Sevilla...  

Buenas Noches...