En una mañana más propicia para quedarse en la cama calentito, durmiendo o en otros menesteres, mí compañero de club Miguel Ángel, y un servidor, pusimos rumbo hacia el Puerto de Mazarrón. Era la segunda vez en pocos meses que iba a correr en esta zona del litoral murciano, aunque en esta ocasión, las condiciones iban a ser muy diferentes y mucho más duras.
A las 9.30h nos plantamos en la zona de salida, nos costó horrores salir del coche ya que la imagen que se veía de fuera casi asustaba, viento huracanado, tormentas de arena y una sensación térmica bastante baja, condiciones climatológicas que nos acompañarían durante gran parte del recorrido. Tras la recogida del dorsal, vuelta al coche para hacer nuevamente los remolones, un cafelito para entrar en calor y la foto del club (a la que casi llego tarde nuevamente), todo estaba listo para mí primera Media Maratón de la temporada.
Después de unos minutos de retraso y un cambio de recorrido de última hora, a causa de los estragos que el fuerte viento estaba haciendo en la señalizaciones de carrera, empezamos a correr. El plan de carrera estaba claro, llevar un buen ritmo pero sin machacarnos, ni aspiraciones de marca alguna, el Maratón de Sevilla está a la vuelta de la esquina y el objetivo era ir acumulando kilómetros.
La primera parte de la carrera fue transcurriendo dentro de lo previsto, aunque quizás hubo tramos en los que fuimos más rapido de lo deseado, entre 4´20" y 4´30" durante bastantes kilómetros, atrevimiento del que en la parte final de la carrera nos acordaríamos. El viento casi siempre pegaba de cara, con el consiguiente esfuerzo extra que dicho hecho ocasiona, a pesar de todo, llegué a la mitad de la carrera con buenas piernas y con algo de gasolina en la reserva.
Atravesadas las playas de Bahía y de Playa Grande, llegamos a la zona de Bolnuevo, la parte más complicada de la carrera y en donde el fuerte viento arrastraba abundante arena, un nuevo impedimento más. Con la ciudad encantada de Bolnuevo de fondo, cambiamos de sentido de vuelta nuevamente al Puerto de Mazarrón. Aliviado por llevar el viento ahora a favor, me animé a subir el ritmo un poco más y apreté apurando las reservas que había guardado. Durante algo más de 5 kilómetros llegué a rodar cerca del 4´10".
Con la llegada nuevamente al Puerto de Mazarrón, enfilamos los últimos kilómetros de la carrera, eternos e interminables, mí estado de forma sigue lejos de lo deseado, y sin que estuviera previsto, al final he acabado sufriendo. Con un tiempo de 1h 37´ 16" he llegado a meta. Casi dos minutos peor que mí última media en Molina de Segura, allá por el mes de Octubre y antes de que un ser llamado Marcos, de 2 meses de edad y casi 6 kg de peso, llegara para cambiar mí vida para siempre. En definitiva, un buen test para darnos cuenta de lo que nos espera en Sevilla.
Me despido ya, sé que tengo el blog un poco abandonado últimamente pero creedme que tengo mis razones de peso. Son las dos de la madrugada, y a pesar de estar completamente fundido, aquí sigo escribiendo, le he prometido a mí compañero Miguel Ángel que tendría la crónica antes de mañana y el Corredor Nocturno no falla nunca a sus seguidores jejeje. Lo siento compi, seguramente ya estarás durmiendo pero me ha sido imposible ponerme antes. Próxima carrera, el domingo que viene en la San Valentín de San Javier, como siempre, aquí estaré contándolo todo, sea la hora que sea...saludos!.
Lo he leido esta mañana...Ha merecido la pena solo por ser parte de tu relato...jajaja!!...A por la siguiente amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ayer no era para hacer marca... y rodar a 4'10 aunque sea con viento a favor.. telita... eso indica que estás en óptims condiciones para Sevilla... Vamos que nos vamos... Dale un beso a la familia y a Marcos!
ResponderEliminarBuen rodaje Félix, Sevilla te espera para triunfar. Saludos, campeón.
ResponderEliminar