miércoles, 28 de agosto de 2013

CAMINO DE SANTIAGO 5-15/08/13.

A principios de este mes de Agosto, y aprovechando mis días de vacaciones, pude hacer realidad un sueño y una asignatura pendiente desde hacía tiempo, recorrer a pié y en solitario el Camino de Santiago (en su vertiente francesa). Diferentes motivos personales, la necesidad de desconectar, la calma, tranquilidad, así como la posibilidad de pasar unos días apartado de todo lo que a diario y durante todo el año me rodea, me han llevado a este Camino mágico, misterioso y que te atrapa de tal manera hasta límites insospechados, ya hace un par de semanas que estoy de vuelta en casa y sigo sin para de pensar y revivir cada uno de los momentos que he pasado en él.

El día 5 de Agosto inicié mí partida hacia la localidad de Ponferrada, la capital del Bierzo Leonés, preciosa ciudad de la época de los Templarios, situada a 214 km de Santiago de Compostela  y punto de salida elegido para mí Camino de Santiago. La intención hubiera sido salir desde Roncesvalles (Navarra) inicio real del Camino de Santiago Francés, sin embargo, eso me hubiera llevado todo el mes de Agosto y ni el trabajo ni la familia me permiten dicha licencia. Disponía de 10 días y el punto más idóneo para dicho plazo era desde donde empecé. A partir de aquí, 9 etapas de unos 25 a 30 kilómetros de media me esperaban hasta llegar a Santiago.




Las dos primeras etapas discurrían por los límites entre la provincia de León y la de Lugo, recorriendo preciosos pueblos medievales como Villafranca del Bierzo o Cacabelos, completamente entregados al peregrino y a su Camino,  atravesando después los montes leoneses y entrando a Galicia por el mítico puerto de O Cebreiro, en cuya cima se encuentra el pueblo de igual nombre con su magnífica iglesia Prerrománica del siglo XII. Sobre dicho marco pocas palabras puedo decir, hay que estar allí para entender la belleza de tales parajes, el tiempo parece que no transcurre desde la época del Medievo y un halo de misterio lo engloba todo.




Cruzado el puerto de O Cebreiro, las siguientes etapas se adentraban por la Galicia más profunda y desconocida, localidades como Triacastela, Samos (con su impresionante Monasterio Benidictino), Sarria o Portomarín, a orillas de un majestuoso Río Miño a su paso por esta localidad, me fueron dando la bienvenida, convirtiéndose en parada y descanso para mis maltrechos pies. El mítico mojón xacobeo indicando el km 100, también era de destacar. Día tras día, etapa tras etapa, a la vez que mí cuerpo más desgastado iba, mí mente hacía todo lo contrario, cada vez más despejada y despierta para poder captar todo lo que ante mis ojos iba pasando. No sólo los impresionantes paisajes, sino la gente, de todas las partes del mundo, cada uno con su historia o motivación personal para realizar este Camino, la inmensa mayoría también en solitario, pero con los brazos y el corazón abiertos para todo aquello que pudieses necesitar, porque ese es el espíritu del Peregrino auténtico que vive y disfruta del Camino.




Con la llegada a la localidad de Arzúa, entré en la Provincia de A Coruña, el paisaje empieza a cambiar, Santiago está muy cerca, gran aglomeración de peregrinos o "turigrinos" como allí se les llama a los que abarrotan el Camino en sus últimas y mas tendidas etapas, sin mochila, con ayuda de taxis o coches y como sí de una romería o excursión se tratara. En mí caso, iba demasiado emocionado para darme cuenta de dichos detalles, seguía empapándome al máximo de todo lo que el Camino me iba brindando, sus albergues (municipales o privados), sus típicas vacas gallegas, sus flechas amarillas y el BUEN CAMINO que cruzaba cada vez que llegaba a la altura de otro peregrino.



Finalmente, el día 15 de Agosto llegué a Santiago de Compostela, multitud de sentimientos enfrentados se aglutinaban en mí cuerpo y mí mente, me acordé principalmente de mí madre, a la que tanto le hubiera gustado hacer el Camino conmigo, intenté imaginármela su cara emocionada al verme llegar a la Plaza del Obradoiro, le quedaron muchas cosas pendientes por hacer pero, sin duda alguna, esta hubiera sido una de las que más le hubiera gustado, tan creyente como ella era, hubiera encontrado esa paz y ese sosiego que tanto ansió durante sus últimos años de vida en los que la enfermedad se la comía por dentro, durante cada paso que dí la tuve presente en mis pensamientos, espero que esté donde esté fuera receptiva de alguno de ellos....me acordé también de mí hijo y de mí mujer, dándome cuenta de que no puedo estar mucho tiempo sin ellos y de que son la gasolina que alimenta mi vida...en definitiva, una experiencia impresionante, muy recomendable para todos aquellos que quieran vivir algo distinto, diferente a lo que estamos acostumbrados, y  muy enriquecedora en todos los sentidos.



Una vez en casa, me ha sido imposible concentrarme en volver a los entrenamientos, necesitaba unos días de descanso absoluto para reposar la musculatura y reparar las heridas del camino, ya llega Septiembre y toca volver a la rutina diaria, nuevas carreras y nuevos objetivos me esperan, y como siempre, espero poder reflejarlos y plasmarlos lo mejor posible en este blog para toda aquella persona a la que le pueda interesar (con que haya una me conformo), espero que hayáis disfrutado tanto o más que yo de una felices vacaciones, nos vemos próximamente....saludos!!.

lunes, 5 de agosto de 2013

Cross de Cabo de Palos, 03/08/2013.

Con mal sabor de boca termino mí temporada antes del parón veraniego, y ha tenido que ser en Cabo de Palos, hasta la fecha mí prueba preferida y màs especial. La cross de Cabo de Palos, allà por el año 2009, en su primera edición, fue mí estreno en esto del running, por aquella época no tenía ni idea de lo que era este mundo, el virus aún no me había contagiado, pero de aquella primera experiencia, de aquel primer dorsal que me coloqué sólo saquè sensaciones positivas, y tal cómo después ha pasado, sabía que sería la primera de muchas carreras.


Sin embargo fue todo lo contrario lo que experimenté el pasado sàbado. Con bastante más experiencia y conocimiento sobre todo lo que rodea al running, no disfruté de una prueba que tiene todos los ingredientes necesarios para ser la mejor carrera de todo el calendario y que sin embargo como sigan a este ritmo (sus organizadores) se la cargaràn en poco, poco tiempo. Empezaré diciendo que una prueba de algo más de 5km no puede nunca valer los 12€ que ha costado este año, en comparación con los 5€ que costó en aquella primera edición de 2009, por mucho carácter benéfico que tenga parte de lo recaudado. Tampoco es admisible, ni recomendable, permitir que haya el número de corredores inscritos que ha habido este año, una tremenda pelotera en la salida (como no había visto en ninguna carrera anterior), con la gente apiñada con los calores y olores propios de la època, y en esas que no se les ocurre nada mejor a las cabezas pensantes de todo esto, que ponerse a entregar unos premios a no se quien, pueden imaginarse que la pitada fue monumental y lo que tenía que ser una tarde de fiesta y diversión ya empezó con quejas y malas caras. 




Hasta las 20:20h no se dio la salida, por decir algo, ya que el speaker después de estar más de 20 minutos sin parar de decir tonterías, resulta que no hizo lo único que tenía que hacer, avisar de la salida, lo que provocó que la misma fuera todavía más caótica de lo que podría estar imaginando mientras pasaba todo lo que aquí estoy contando. De milagro no me fui al suelo para ser pisoteado por más de 1000 corredores que venían por detrás. Los que me conocen saben que no soy de los que se quejan por todo, el típico tiquismiquis, aunque quien esté leyendo esto se piense todo lo contrario, pero desgraciadamente creo que por primera vez digo NO a volver a participar en la que hasta este año era mí prueba favorita.


Os podéis imaginar que después de lo contado hasta aquí, mí rendimiento durante la carrera fue de todo menos satisfactorio. Después de la salida, donde casi beso el suelo, y después de estar casi un kilómetro como sí de una carrera de obstáculos se tratara, consigo empezar a coger el ritmo deseado. Todavía tuvimos que sortear también a una serie de coches mal aparcados en la zona de cala flores,  este año se invirtió la salida precisamente para eso, con nulo o cero resultado, por lo que pude comprobar. Con la llegada al paseo marítimo la carrera se fue alargando y por primera vez conseguí correr sin miedo a ser atropellado por otro corredor, por un coche, por un peatón o por los miles de elementos que encontré durante todo el trazado. Finalmente llegamos al faro y de ahí para abajo sin novedad alguna en el recorrido, sólo la línea de llegada, unos metros más adelantada que otros años y en la que entré con un tiempo de 23' 10" de tiempo real (a 4.25 min/km).

Con esta carrera me despido, unas merecidas vacaciones me esperan y en esta ocasión serán un nuevo reto. Esta madrugada saldré hacia León para recorrer andando por primera vez y en solitario los últimos trescientos kilómetros del Camino de Santiago Francés. Cambio el ruido y las aglomeraciones propias de la fecha en Cabo de Palos por la soledad y tranquilidad del Camino, es tiempo de desconectar, pensar y reflexionar, ha sido un año duro y exigente en todos los sentidos porlo que espero volver con las pilas cargadas y sobre todo la mente despejada.


Saludos y felices vacaciones¡¡.